Cristina no ganó
A pesar de haber obtenido más de un 50 por ciento de los votos y una diferencia de casi 38 puntos con el segundo, decir que CFK ganó es hacer un pobre y equivocado análisis de la realidad argentina.
Si bien se trataron de elecciones primarias, es probable que estos números se repitan o se acreciente la diferencia en favor de la presidente cuando se realicen las definitivas el 23 de octubre. Pero esto ya no es lo más importante.
por Alejandro Costanzo
El conflicto con el Campo que se desató en 2008, no fue una simple pelea entre un sector productivo y el Gobierno, sino la confrontación ideológica de dos visiones políticas distintas que intentaban conducir al país. Eran dos Poderes que disputaban el liderazgo de Argentina. Uno, el que votó la sociedad, el gobierno, con el derecho moral y la obligación para hacerlo. El otro, el que se oculta, el que nadie vota, con la inmoralidad histórica para imponerse.
Detrás de la expresión “el Campo” disparada intencionalmente por los medios de comunicación, se encolumnaban los grupos de poder acostumbrados a gobernar la Argentina desde las sombras. Grandes terratenientes dueños de miles de hectáreas, varias familias empresarias argentinas y multinacionales extranjeras. Celosos guardianes de sus intereses, los de EE.UU. y el FMI. Todos ellos, reunidos bajo el paraguas protector y el fuego discursivo de los multimedios de comunicación.
El poder productivo junto al económico, externo e interno, aliados al poder mediático que ostenta la hegemonía informativa, conformaron una estructura nefasta para un país. Un modelo que se reprodujo en toda Latinoamérica y la condenó a la pobreza, la violencia y la sumisión política. Basta con revisar la historia “no oficial” como la que relata Eduardo Galeano en su libro documental Las venas abiertas de América Latina, un manual que debería ser parte de la educación en las escuelas.
La disputa con el sector del agro no hizo más que precipitar las políticas de fondo del Kirchnerismo. Se inició así desde el Ejecutivo un proceso de profundo y constante cambio mediante el impulso de leyes y resoluciones que desarmaron parte de esa estructura perversa del Poder oculto y mejoraron la calidad democrática.
La resistencia fue feroz: toda la artillería mediática se dispuso contra el gobierno y cada una de sus políticas. Día a día desde aquel conflicto por más 3 años se intentó desgastar la imagen de la presidente. Cerca de 300 medios en todo el país -y muchos otros aliados- manejados por una sola corporación mentían, manipulaban y tergiversaban los hechos en defensa de sus propios intereses políticos y económicos.
En septiembre de 2009 la adhesión al gobierno había caído al 20 por ciento. Pero la Ley de Medios permitió abrir algunas grietas en el discurso único de las corporaciones informativas. Por primera vez los argentinos accedían a verdades ocultadas por más de 30 años, se pudo ver la hipocresía del periodismo y de ciertos periodistas. Se develaron las relaciones de sumisión de políticos ante los grupos mediáticos y las complicidades con la dictadura.
Cristina Kirchner fue votada por todas las clases sociales: obtuvo la mayoría en 23 de 24 provincias; lideró en los grandes centros urbanos, inclusive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; predominó en las zonas del Campo y arrasó en el conurbano bonaerense. El 50,07 por ciento sorprendió al propio gobierno y mostró la impotencia de una oposición política que pagó un alto costo por defender los intereses de los mutimedios.
La realidad, esa que los medios están acostumbrados a inventar como le venga la gana, fue más fuerte. Por primera vez los multimedios son los grandes perdedores. Partidos políticos encubiertos que moldean y ponen en jaque a la democracia. Pero esta vez la democracia granó. Esta vez se impuso la voluntad genuina del pueblo. Esta vez ganó Argentina.
11 comentarios
marcelo eguiguren -
La verdad es solo una versión de los hechos.
Emilce -
Edith de Entre Ríos -
Empiezo por una frace: "no hay peor ciego que el que no quiere ver"
Se nota muy claramente que están repitiendo un discurso que no les pertenece. Es el discurso hegemónico de los monopolios mediaticos. Piensen por ustedes mismos. Cuestiónense. No reproduzcan algo como máquinas. No sean títeres. No dejen manipular sus pensamientos. Eso también define la libertad de un ser humano.
marcelo eguiguren -
Lucio -
Me gusta el Test de Turing para ver quien vota y quien no... jajaja
y con que sustento afirman "Es probable que la diferencia crezca"... eso acaso, no es generar opinion sin bases?
Lucio -
Y sobre el clientelismo no dicen nada?
Sobre la forma en que Alinean dirigentes tampoco?
Sobre el despilfarro de los fondos del ANSES tampoco?
Sobre los tratos de Moreno ni?
Sobre............... puf... cuando quieeran sigo...
Lo triste aca, es que el gobierno juega al divide y venceras, sos amigo o enemigo... y con los medios pasa lo mismo, unos los critican y NADA esta bien, y para otros (aparenemente uds) todo es color de rosa y se la pasan alabando al estilo 678...
Ambos LAMENTABLES
PEDRO -
fabio -
Marcela -
cristina -
Graciela Susana -